30.000 LITROS ANUALES POR EL DESAGÜE
CON ALTO CONTENIDO EN SODIO
DAÑAN EL MEDIO AMBIENTE
Los descalcificadores con aporte de sal son objeto de críticas debido al impacto negativo que tienen en el medio ambiente y están en el punto de mira de muchas asociaciones y gobiernos.
Es la solución para el tratamiento del agua dura más respetuosa con el medio ambiente existente. Además, es una completa solución para la eficiencia energética, la salud y el ahorro.
Elimina la cal y las averías asociadas a la dureza del agua en instalaciones y electrodomésticos.
Mejora el sabor y la calidad del agua sin modificar el pH y evitando su oxidación.
Al no ser una solución salina ni usar productos químicos, no contamina la red pública del agua.
El agua tratada es perfectamente apta para el riego de plantas y jardines, el agua no se alcaliniza ni pierde sus nutrientes.
Con el paso de los años y el uso continuado, la cal que contiene el agua se va depositando en el interior de las tuberías de desagüe y en el resto de componentes de la instalación.
Esto provoca un estrechamiento progresivo que reduce el paso del agua y que acaba provocando atascos y un mayor consumo de energía.
Mantener sin cal las griferías y mamparas de ducha de los hogares con el uso de productos químicos, además de un gasto considerable, supone un gran problema medioambiental.
Además, las bacterias, proliferan ya que la cal evita que el agua alcance la temperatura suficiente para actuar como biocida.
La cal se suele depositar en los conductos por donde pasa el agua caliente en los electrodomésticos. Al cabo del tiempo, con el uso, la cal en el agua provoca averías graves en lavadoras y lavavajillas, especialmente en la zona de la resistencia o en las bombas que regulan el paso del agua, provocando hasta un 60% más de consumo energético
Los dermatólogos siempre recuerdan que hay una relación muy estrecha entre el
agua con cal y determinadas enfermedades de la piel.
Si una persona tiene la piel delicada, el agua dura va a incrementar sus posibilidades de sufrir daño y dolor en forma de irritaciones y heridas causadas por el picor.
Si habitualmente regamos las plantas con agua con cal veremos como a largo plazo la tierra se alcaliniza.
A fuerza de regar con agua con cal las plantas no tendrán los nutrientes necesarios, provocando que se marchiten y las hojas se vuelvan amarillentas.
A mayor dureza del agua, los alimentos necesitan mayores tiempos de cocción con el consiguiente incremento de gasto energético y pérdida de nutrientes.
Además, en platos como caldos, cocidos o sopas, afecta negativamente a los sabores y en el caso de los cubitos de hielo se percibe de un modo más evidente.
No solo eliminará la cal de tu hogar de una
manera ecológica, también lo hará sin cambiar la composición del agua respetando su mineralización.
Actualmente, gracias a las mejoras que permiten los avances tecnológicos, este sistema llega para uso residencial y para empresas a través de una solución avalada por todos estos años de experiencia y
los máximos sellos de calidad en tratamientos de agua.
El proceso comienza cuando el agua ingresa a donde se topa con una turbina que induce un efecto Venturi. En la primera fase, se emplea una malla de acero inoxidable con un recubrimiento de plata para filtrar.
Esta malla captura sedimentos como arena, piedras y cal en escamas, mejorando significativamente la calidad del agua que entra al hogar y preparándola para el tratamiento antical.
En la fase de descalcificación, el agua fluye a través de un cartucho que contiene un émbolo lleno un mineral magnético potente y duradero. Este sistema crea una oscilación interna que varía en fuerza e intensidad dentro del cartucho.
Este proceso trata los elementos cálcicos, separando las moléculas asociadas y devolviéndolas a su estado mineral original de calcio y magnesio.
Se retienen los elementos férricos presentes en el agua, ya sea captados del entorno o derivados de la degradación de las infraestructuras de la red pública.